Julia corriendo en plena naturaleza es ¡¡¡feliz!!!...
Mi hija Julia tiene veinte años y crece paralelamente al blog que inspiró, por eso anualmente anoto cada cambio de edad.
Tiene Autismo "no verbal".
Usted es gord@, usted es calv@, usted es alt@, usted es baj@; usted lleva gafas; usted utiliza bastón.Tú tienes acné, tú estás en pleno estirón, a tí te está cambiando la voz.
¿Es mi mirada lastimera, reprobatoria o de conmiseración?.¿Acaso cuchicheo ante tu poblada cara llena de granos o tu atiplada voz o miro, con atención, el bastón que usted usa para caminar?. Pues no miren así a mi hija, no se lo merece y yo tampoco.

viernes, 8 de junio de 2012

" OTRA INFORMACIÓN EN LA QUE CULPAN A LA MADRE DEL AUTISMO DE SU HIJO" (M.A.M.)

¿Encontraré en alguna ocasión una noticia en la que el "culpable" del autismo de un niño o de una niña sea su padre?.

En esta información, el arco de posibilidades se mueve en la duración del embarazo, pero es tan surrealista que las semanas que indican son las "normales" en una gestación; es decir, un parto se considera dentro de los parámetros de la normalidad entre la semana 37 y la semana 42. Mi hija Julia nació a las 37 semanas con un peso de 3, 100 kgrs. Mi hija Celia nació a las 40 semanas con un peso de 3, 550 kgrs. Julia padece el Sindrome de Espectro Autista; Celia es absolutamente "normal".

También yo soy la culpable de que Julia adelantase su llegada 25 días y eso sea la causa de su problema. Creo que siguen sin tener ni la más remota idea de cuál es el origen del Autismo...pero ¡por favor!, dejen de culparnos a las madres. Ese sentimiento de culpa que nos hacen tener provoca que muchas de nosotras, entre las que me encuentro, lleguen a padecer graves cuadros depresivos, agudas crisis de ansiedad...Mi obsesión llegó a tal extremo que he llegado a analizar fotografía por fotografía, vídeo a vídeo, ese momento en el que se pudiese localizar el inicio del trastorno autista.

Embarazos prematuros o postérmino ligados a mayor gravedad en trastorno autista


Se dio a conocer por primera vez que uno de los factores que afectan la gravedad del trastorno autista, es la duración del embarazo
Este estudio nos puede ayudar a prevenir o aliviar un TEA: Nigel Paneth (Foto: autismodiario.org)Este estudio nos puede ayudar a prevenir o aliviar un TEA: Nigel Paneth (Foto: autismodiario.org)
Fuente: autismodiario.org
Los niños con autismo que en su nacimiento fueron prematuros (antes de las 37 semanas) o nacieron postérmino o posmaduros (después de las 42 semanas), tienden a tener síntomas más graves en su trastorno del espectro autista (TEA) y tienen más propensión a la autoagresión, publicó la revista electrónica AutismoDiario.org.

Lo anterior fue dado a conocer gracias al estudio epidemiológico realizado por Tammy Movsas y Nigel Paneth, de la Facultad de Medicina Humana de la Michigan State University; la investigación fue publicada en el Journal of Autism and Development Disorders.

Dicha publicación da a conocer por primera vez, que uno de los factores que afectan la gravedad del trastorno autista, es la duración del embarazo.

Aún no se sabe con exactitud qué factor causa esa variación en el grado de afectación; las diferencias entre el ambiente que proporciona la incubadora y el útero son muy diferentes. Esta puede ser una diferencia que influya en la gravedad del TEA, señalan los autores del estudio.

Las madres de los niños prematuros notaron antes síntomas de TEA en su hijo que las demás madres, pero es algo que puede estar relacionado con la atención especial que se presta a un bebé que ha nacido con esa fragilidad, divulga el estudio.

De igual manera, también se ha identificado que los niños prematuros muestran un aumento de las estereotipias, que refieren a los característicos gestos amanerados.

Por otro lado, una gestación prolongada se ha visto que está relacionada con otros trastornos neurológicos, como una epilepsia temprana. Tampoco podemos excluir que lo mismo que causa el TEA, “preprograme” una gestación de larga duración; es decir, sean dos circunstancias causadas por el mismo origen y no una causa de la otra, informan los autores del estudio.

Según Nigel Paneth, uno de los dos autores “los resultados señalan hacia el hecho de que aunque el autismo tiene un fuerte componente genético, algo en torno al embarazo o al período perinatal, alrededor del nacimiento, influye en cómo se manifiesta ese autismo”.

“Es un resultado que complementa nuestro trabajo anterior de que los partos prematuros son un factor de riesgo importante en los TEA y nos puede ayudar a entender si se puede hacer algo durante las primeras etapas de vida para prevenir o aliviar un TEA”, señala el investigador.

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