Julia corriendo en plena naturaleza es ¡¡¡feliz!!!...
Mi hija Julia tiene veinte años y crece paralelamente al blog que inspiró, por eso anualmente anoto cada cambio de edad.
Tiene Autismo "no verbal".
Usted es gord@, usted es calv@, usted es alt@, usted es baj@; usted lleva gafas; usted utiliza bastón.Tú tienes acné, tú estás en pleno estirón, a tí te está cambiando la voz.
¿Es mi mirada lastimera, reprobatoria o de conmiseración?.¿Acaso cuchicheo ante tu poblada cara llena de granos o tu atiplada voz o miro, con atención, el bastón que usted usa para caminar?. Pues no miren así a mi hija, no se lo merece y yo tampoco.

martes, 10 de noviembre de 2015

"JULIA Y SU IRA" ( M.A.M.)

Julia tiene 18 años, por lo que mi trayectoria en el mundo del Autismo ya es muy larga.

En su momento, consulté con todos los especialista que pude en España (Madrid, Pamplona, San Sebastián, Oviedo, Barcelona, etc.). Incluso realizaron un anális de su pelo, para estudiar el índice de metales en sangre, en Estados Unidos.

He pasado por todas las etapas de duelo, tras el diagnóstico de "Autismo no vebal":

-Negación.

-Rebelión.

-Culpa.

-Depresión.

-Aceptación

Aunque, si he de ser sincera, creo que estoy estancada en la cuarta:"Depresión".

Pues bien, estos últimos días, el comportamiento de Julia ha cambiado. Desde el pasado viernes, los ataques de ansiedad, acompañados de autolesiones, se han incrementado muchísimo y...lo que nunca había ocurrido: descarga también su ira contra mí.

Lo más curioso es que hablado con su tutor, en el colegio, y en centro se mantiene calmada y, lo más preocupante es que no existe, al menos aparentemente, un motivo desencadenante. Es más, esta mañana, durante el desayuno, pasaba de "darse cabezazos" contra la pared y, en cuestión de segundos, empezaba a reírse a carcajadas. 

El camino hacia la parada, que siempre ha sido muy tranquilo, hoy ha sido una tortura: realmente me ha hecho mucho daño.

Ante estas situaciones me quedo paralizada. Hasta hace muy poco, "placarla" con un "abrazo de oso", mientras le hablaba suavemente, lograba calmar su respiración, su agitación disminuía y su mirada se centraba. Ahora, me siento desbordada. Hoy, sin ir más lejos, en la calle no podía devolverle sus golpes con la intensidad que ella me los daba...y aunque hubiese podido, no quiero hacerlo. Por eso estoy perdida: ¡no sé qué hacer!. Supongo que pediré una cita con su psiquiatra, aunque ya sé, de antemano, lo que va a decirme.

Hace apenas un mes, tuve cita con ella. Me dijo que siguiese hasta febrero con 1mg. de Risperidona. Hace un tiempo, le comenté que si, ante estos ataques de ansiedad de Julia, no podría administrársele, puntualmente, un ansiolítico....pero pasa lo de siempre: "el efecto en autistas no está comprobado". Y yo, discrepo. Yo he tenido y tengo ataques de ansiedad y puedo asegurar que, en ocasiones, creo que voy a morir. No puedo respirar, el corazón se acelera, me ahogo...mi cuerpo sufre una tensión increible. Y si sé lo que le sucede a Julia es porque yo también, en momentos críticos, me he descubierto tirándome con saña del pelo, a la altura de la nuca, o infringiéndome bofetones, por supuesto, en la privacidad de mi habitación o cuarto de baño). Y sí, ese comportamiento tranquiliza pero no es sano. Por eso yo tengo siempre a mano un ansiolítico.

Quiero pensar que, al estar en plena ovulación, sus hormonas "anden un poco descolocadas". También creo que, al igual que mi otra hija Celia, desde sus 16 años y su adolescencia, mantiene conmigo una relación de amor- odio (ya se sabe: no aceptación de las normas, rebeldía por la ropa, por el horario, por la comida, por los estudios...por bajar la basura...por sacar a nuestro perro...por todo...y más, estando como estoy divorciada...soy la super villana de su día a día), tal vez Julia, a su manera, esté pasando esa fase que yo también viví con mi madre, a la que por supuesto adoro.

No sé...solo pido que pase pronto porque es verdaderamente desquiciante. Y luego, aparecen ambas, con sus caritas enternecedoras...y me desarman.


                                           
                      




                    





No hay comentarios:

Publicar un comentario