Julia corriendo en plena naturaleza es ¡¡¡feliz!!!...
Mi hija Julia tiene veinte años y crece paralelamente al blog que inspiró, por eso anualmente anoto cada cambio de edad.
Tiene Autismo "no verbal".
Usted es gord@, usted es calv@, usted es alt@, usted es baj@; usted lleva gafas; usted utiliza bastón.Tú tienes acné, tú estás en pleno estirón, a tí te está cambiando la voz.
¿Es mi mirada lastimera, reprobatoria o de conmiseración?.¿Acaso cuchicheo ante tu poblada cara llena de granos o tu atiplada voz o miro, con atención, el bastón que usted usa para caminar?. Pues no miren así a mi hija, no se lo merece y yo tampoco.

lunes, 23 de febrero de 2015

Carta al padre de un niño no autista

Hacía tiempo que no me sentía tan identificada con una persona como con Ángels Escorsell, madre de una niña de 12 años, con autismo. La carta que publicó en "El Periódico" a un padre de un niño "no especial" por un pequeño altercado, es absolutamente idéntico a lo que yo he vivido en muchas ocasiones.

Gracias Ángels por tus palabras...si lees el título de mi blog, entenderás porque me siento tan identificada contigo. 

Ilustro el "post" con una fotografía de mi hija Julia en la piscina, uno de lo sitios en los que más feliz es pero, a la vez, uno de los lugares en los que peor lo paso yo, como madre. Aunque sabe nadar perfectamente, le encanta chapotear; golpear el agua estruendosamente; chillar de alegría, aunque nadie la entienda; arrebatar pelotas ajenas, lo que me ha traído más de un problema; abrazar a bañistas desconocidos...He aprendido a decir: "mi hija tiene autismo" en inglés, francés, alemán, italiano...en español, ya estoy cansada de explicarlo.

                                                   
                               


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Mi hija de 12 años le dio una patada a tu hijo pequeño. 

Me disculpé y te dije que es autista y se me había escapado de la mano. 

Al principio no dijiste nada, pero luego te enojaste y me dijiste que la vigilara más. 

Si sabes cómo hacerlo sin más medicación (toma mucha y ya tiene efectos secundarios) y sin llevarla atada, te lo agradeceré. 

Al ver que te enfadabas cada vez más te dije que no había para tanto, que a tu hijo se le pasaría en cinco minutos y mi hija será discapacitada toda la vida. 

Te lo dije por experiencia; mis otros dos hijos y yo misma somos los principales sufridores de su agresividad cuando se frustra por no saber expresar lo que quiere. 

No lo viste, pero pasé los 40 minutos hasta casa llorando, sobre todo al constatar que aún falta mucho para que mi hija pueda vivir en sociedad, pero también por tu bronca, aunque en parte la entendía. 

Días después nos encontramos de nuevo y me preguntaste si me acordaba de ti. 

Claro. 

Me dijiste si lo que quería era que tu hijo acabara como la niña, y eso es muy cruel. Los padres de niños discapacitados no se lo deseamos ni a nuestros peores enemigos, y menos a otro niño. 

Me dijiste que no tenías la culpa de lo que le pasa a la niña. Te aseguro que ni ella ni yo tampoco. 

En eso no estás solo, la mayoría de la gente cree que si no le afecta no es su problema. 

Finalmente me dijiste que me relajara. 

Otra vez te pido que si sabes cómo me lo cuentes; aunque un poco más de empatía o comprensión ayudaría. Sé que es difícil por la rabia que causa que le hagan daño a tu pequeño, pero puede ayudar mucho a otros que a menudo lo pasamos muy mal.

2 comentarios:

  1. Un aplauso madre coraje, una madre “especial” sincera y sin la hipocresías de darle gracia a Dios por una hija diferente que, como tu bien dices hubieras querido que no lo fuera por su propio bien, pero que una vez que está aquí merece todo el amor, cariño y comprensión.
    He llegado hasta aquí por casualidad, pero me agrada ver y leer que no magnificas ni exaltas con desmesura un problema de una hija con ciertas diferencias como si fuera lo más maravilloso del mundo, como hacen otras personas, sino que lo expones con naturalidad pero consciente de la problemática. Si te apetece visita este blog y entenderás de qué hablo. -http://mi-dulceflor.blogspot.com.es/-
    Un saludo.

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  2. José, muchísimas gracias por tus palabras. No soy una madre coraje, pero si me considero una madre sincera. Por supuesto que voy a visitar tu blog.
    Ujn abrazo.

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