Ángel Rivière Gómez fue un psicólogo
y científico cognitivo español especializado en el estudio del Trastorno de
Espectro Autista. Fue catedrático de Psicología Cognitiva en la Universidad
Autónoma de Madrid desde 1990 hasta su repentina muerte en 2000.
Entre su amplio legado yo destacaría algo, aparentemente sencillo, pero de gran ayuda para aquellos que tenemos que convivir con una persona con autismo; se trata de una serie de postulados en forma de 20 principios. que él mismo quiso definir bajo el título:
"¿Qué nos pediría un autista?".
1.- Ayúdame a comprender. Organiza mi mundo y facilítame
que anticipe lo que va a suceder. Dame orden, estructura, y no caos.
3.- No me hables demasiado, ni demasiado
deprisa. Las palabras son "aire" que no pesa para tí, pero pueden ser
una carga muy pesada para mí. Muchas veces no son la mejor manera de
relacionarte conmigo.
4.- Como otros niños, como otros adultos,
necesito compartir el placer y me gusta hacer las cosas bien, aunque no siempre
lo consiga. Hazme saber, de algún modo, cúando he hecho las cosas bien y
ayúdame a hacerlas sin fallos. Cuando tengo demasiados fallos me sucede lo que
a tí: me irrito y termino por negarme a hacer las cosas.
5.- Necesito más orden del que tú necesitas, más
predictibilidad en el medio que la que tú requieres. Tenemos que negociar mis
rituales para convivir.
6.- Me resulta difícil comprender el sentido de
muchas de las cosas que me piden que haga. Ayúdame a entenderlo. Trata de
pedirme cosas que puedan tener un sentido concreto y descifrable para mí. No
permitas que me aburra o permanezca inactivo.
7.- No me invadas excesivamente. A veces,
las personas sois demasiado imprevisibles, demasiado ruidosas, demasiado
estimulantes. Respeta las distancias que necesito, pero sin dejarme solo.
8.- Lo que hago no es contra tí. Cuando tengo
una rabieta o me golpeo, si destruyo algo o me muevo en exceso, cuando me es
difícil atender o hacer lo que me pides, no estoy tratando de hacerte daño. Ya
que tengo un problema de intenciones...¡no me atribuyas malas intenciones!
9.- Mi desarrollo no es absurdo, aunque no
sea fácil de entender. Tiene su propia lógica y muchas de las conductas que
llamáis "alteradas" son formas de enfrentar el mundo desde mi
especial forma de ser y percibir. Haz un esfuerzo por comprenderme.
10.- Las otras personas sois demasiado
complicadas. Mi mundo no es complejo y cerrado, sino simple. Aunque te parezca
extraño lo que te digo, mi mundo es tan abierto, tan sin tapujos ni mentiras,
tan ingenuamente expuesto a los demás, que resulta difícil penetrar en él. No
vivo en una "fortaleza vacía", sino en una llanura tan abierta que
puede parecer inaccesible. Tengo mucha menos complicación que las personas que
os consideráis normales.
11.- No me pidas siempre las mismas cosas
ni me exijas las mismas rutinas. No tienes que hacerte tú autista para
ayudarme. El autista soy yo, no tú!
12.- No sólo soy autista. También soy un niño, un
adolescente, o un adulto. Comparto muchas cosas de los niños, adolescentes o
adultos a los que llamáis "normales". Me gusta jugar y divertirme,
quiero a mis padres y a las personas cercanas, me siento satisfecho cuando hago
las cosas bien. Es más lo que compartimos que lo que nos separa.
13.- Merece la pena vivir conmigo. Puedo
darte tantas satisfacciones como otras personas, aunque no sean las mismas.
Puede llegar un momento en tu vida en que yo, que soy autista, sea tu mayor y
mejor compañía.
14.- No me agredas químicamente. Si te han
dicho que tengo que tomar una medicación, procura que sea revisada
periódicamente por el especialista.
15.- Ni mis padres ni yo tenemos la culpa
de lo que me pasa. Tampoco la tienen los profesionales que me ayudan. No sirve
de nada que os culpéis unos a otros. A veces, mis reacciones y conductas pueden
ser difíciles de comprender o afrontar, pero no es por culpa de nadie. La idea
de "culpa" no produce más que sufrimiento en relación con mi problema.
16.- No me pidas constantemente cosas por encima
de lo que soy capaz de hacer. Pero pídeme lo que puedo hacer. Dame ayuda para
ser más autónomo, para comprender mejor, pero no me des ayuda de más.
17.- No tienes que cambiar completamente tu
vida por el hecho de vivir con una persona autista. A mí no me sirve de nada
que tú estés mal, que te encierres y te deprimas. Necesito estabilidad y
bienestar emocional a mi alrededor para estar mejor. Piensa que tu pareja
tampoco tiene culpa de lo que me pasa.
18.-Ayúdame con naturalidad, sin convertirlo en
una obsesión. Para poder ayudarme, tienes que tener tus momentos en que reposas
o te dedicas a tus propias actividades. Acércate a mí, no te vayas, pero no te
sientas como sometido a un peso insoportable. En mi vida, he tenido momentos
malos, pero puedo estar cada vez mejor.
19.- Acéptame como soy. No condiciones tu
aceptación a que deje de ser autista. Sé optimista sin hacerte
"novelas". Mi situación normalmente mejora, aunque por ahora no tenga
curación.
20.- Aunque me sea difícil comunicarme o no
comprenda las sutilezas sociales, tengo incluso algunas ventajas en comparación
con los que os decís "normales". Me cuesta comunicarme, pero no suelo
engañar. No comprendo las sutilezas sociales, pero tampoco participo de las
dobles intenciones o los sentimientos peligrosos tan frecuentes en la vida
social. Mi vida puede ser satisfactoria si es simple, ordenada y tranquila. Si
no se me pide constantemente y sólo áquello que más me cuesta. Ser autista es
un modo de ser, aunque no sea el normal. Mi vida como autista puede ser tan
feliz y satisfactoria como la tuya "normal". En esas vidas, podemos
llegar a encontrarnos y compartir muchas experiencias
María, lo había leído, pero ya lo había olvidado, gracias por recordármelo, me lo llevo al blog de mi princesa. Un abrazo muy grande de una mamá que sabes que te entiende completamente.
ResponderEliminarQuerida mami (no digo tu nombre porque sé que deseas privacidad)...sabes que estoy para lo que necesites...me considero tu amiga...Muchos besos...
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