Julia corriendo en plena naturaleza es ¡¡¡feliz!!!...
Mi hija Julia tiene veinte años y crece paralelamente al blog que inspiró, por eso anualmente anoto cada cambio de edad.
Tiene Autismo "no verbal".
Usted es gord@, usted es calv@, usted es alt@, usted es baj@; usted lleva gafas; usted utiliza bastón.Tú tienes acné, tú estás en pleno estirón, a tí te está cambiando la voz.
¿Es mi mirada lastimera, reprobatoria o de conmiseración?.¿Acaso cuchicheo ante tu poblada cara llena de granos o tu atiplada voz o miro, con atención, el bastón que usted usa para caminar?. Pues no miren así a mi hija, no se lo merece y yo tampoco.

jueves, 30 de mayo de 2013

La respuesta cerebral de los bebés a las palabras puede predecir el autismo

Científicos descubren un marcador neuronal que podría facilitar la detección y el tratamiento precoces de este trastorno


Una investigación realizada en la Universidad de Michigan, Estados Unidos, ha revelado que el patrón de respuesta neuronal de niños de dos años a las palabras puede predecir su nivel de autismo en el futuro. En el estudio, se constató que pequeños cuyos cerebros respondían al lenguaje de manera similar a niños que no padecían este trastorno, presentaron habilidades lingüísticas, cognitivas y de adaptación mejoradas a los seis años de edad, en comparación con niños autistas cuya respuesta neuronal a las palabras fue distinta. El hallazgo de este marcador cerebral podría facilitar el diagnóstico y el tratamiento de este trastorno antes de los 12 meses.






Fuente: Flickr.
Fuente: Flickr.
El patrón de respuestas cerebrales a las palabras en niños de dos años de edad con autismo puede predecir las habilidades lingüísticas, cognitivas y de adaptación que tendrán esos niños a los cuatro y a los seis años, ha revelado un estudio realizado por científicos de la Universidad de Washington, en Estados Unidos. 

Los hallazgos , publicados por la revista PLOS ONE, resultan pioneros en la demostración de que un marcador cerebral puede predecir las habilidades futuras en niños que padecen este trastorno. 

"Hemos demostrado que el indicador cerebral vinculado al aprendizaje de las palabras a los dos años en niños diagnosticados de autismo predice sus capacidades posibles en un amplio espectro de habilidades cognitivas y lingüísticas, así como en comportamientos adaptativos", explica la autora principal de la investigación, Patricia Kuhl, co-directora del Instituto de Ciencias de Aprendizaje y Cerebro de dicha Universidad en un comunicado del centro. 

Las pruebas demostraron la veracidad de las predicciones “cuatro años después de la prueba inicial, y sin importar el tipo de tratamiento para el autismo que hubieran recibido los pequeños", añade Kuhl.

Características de la investigación 

En el estudio, 24 niños con autismo y 20 niños no autistas, todos de dos años de edad, escucharon una combinación de palabras que les eran familiares y otras no familiares, mientras portaban un casco elástico con sensores. Los sensores midieron las respuestas del cerebro de los niños a las palabras escuchadas, denominadas potenciales relacionados con eventos (ERP)

El equipo de investigación dividió a los niños con autismo en dos grupos, en función de la gravedad de sus deficiencias sociales, y observó sus respuestas neuronales. 

De esta forma, comprobaron que los pequeños con síntomas de autismo más leves presentaban respuestas cerebrales similares a las de los niños con un desarrollo corriente. Esto es, ambos grupos mostraron una respuesta neuronal potente a palabras conocidas en la región parietal temporal del lado izquierdo del cerebro, relacionada con el lenguaje. 

Esto sugiere que el cerebro de los niños con síntomas menos graves de autismo puede procesar palabras de manera similar a los niños que no padecen este trastorno. 

Por el contrario, los niños con deficiencias sociales más graves mostraron mayor respuesta neuronal a las palabras en el hemisferio derecho del cerebro, una respuesta que no se ha constatado en niños con un desarrollo corriente y de cualquier edad. 

"Creemos que estos resultados sugieren que el cerebro, a los dos años de edad, se reorganiza para procesar palabras. Esta reorganización depende de la habilidad de cada niño para aprender de sus experiencias sociales”, explica Kuhl.

Niño de dos años participante en el estudio. Fuente: Institute for Learning & Brain Sciences, UW.
Niño de dos años participante en el estudio. Fuente: Institute for Learning & Brain Sciences, UW.
Años más tarde… 

Posteriormente, cuando los niños tenían entre cuatro y seis años, los investigadores midieron sus habilidades lingüísticas y cognitivas; así como su desarrollo social y emocional en el tiempo. 

De este modo, comprobaron que, a nivel grupal, aquellos pequeños con autismo que habían recibido un tratamiento intensivo habían mejorado en las pruebas de comportamiento. Sin embargo, individualmente los resultados variaron mucho. 

En este caso, se constató que aquellos niños autistas cuyos cerebros habían respondido a las palabras de manera más similar a la de los niños de dos años con un desarrollo corriente eran los que habían mejorado más sus habilidades a los seis. 

La imposibilidad de socializar y de aprender 

En estudios previos, Kuhl ya había descubierto que las interacciones sociales aceleran el aprendizaje del lenguaje por parte de los bebés porque éstos utilizan las señales sociales, como el movimiento ocular de los adultos, para aprender los nombres de las cosas. Pero, para que este aprendizaje sea posible, los bebés deben estar interesados en la gente. 

Prestar atención a las personas es la forma que tienen los bebés de ordenar lo que sucede alrededor de ellos, y lo que les sirve para determinar qué es importante. 

Pero el autismo, como limitador de las habilidades sociales, bloquea este tipo de interés en los niños y, por tanto, su capacidad para recopilar claves sociales. Por eso, estos pequeños prestan atención a muchas otras cosas, especialmente objetos, en lugar de a las personas. 

"El aprendizaje social es clave en el ser humano. Si el cerebro puede aprender de otras personas en un contexto social, podemos aprender cualquier cosa", explica Kuhl. 

Los científicos esperan que estos nuevos descubrimientos ayuden a desarrollar mediciones cerebrales que puedan ser usadas en etapas tempranas del desarrollo - a los 12 meses de edad o antes-, para ayudar a identificar el riesgo de autismo en niños. "Esta línea de trabajo puede dar lugar a nuevas intervenciones aplicables durante el desarrollo temprano, cuando el cerebro muestra su nivel más alto de plasticidad neuronal", afirma la investigadora.

(Tendencias 21)

1 comentario:

  1. El autismo es uno de los grandes retos de la Musicoterapia en la actualidad, estamos realizando constantes avances e investigaciones para evaluar los signos y rasgos tempranos del autismo en bebes y niños antes de los 3 años, a través de técnicas y recursos corporo-sonoro-musicales, para determinar de forma temprana si estos rasgos corresponden a evolución neurológica o al autismo temprano exógeno. Trabajamos día a día por orientar, acompañar y ayudar a las familias a la detección precoz del autismo, en cuanto descubran los signos que determinan los riesgos en la comunicación verbal, y no verbal, en la formas de relacionamiento, a través de los gestos, la mirada, y las formas de demostrar las emociones.
    Puedes realizar cualquier consulta por este medio o a través de nuestro blog: http://centrecanpau.blogspot.com
    Muchas Gracias.

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