Julia corriendo en plena naturaleza es ¡¡¡feliz!!!...
Mi hija Julia tiene veinte años y crece paralelamente al blog que inspiró, por eso anualmente anoto cada cambio de edad.
Tiene Autismo "no verbal".
Usted es gord@, usted es calv@, usted es alt@, usted es baj@; usted lleva gafas; usted utiliza bastón.Tú tienes acné, tú estás en pleno estirón, a tí te está cambiando la voz.
¿Es mi mirada lastimera, reprobatoria o de conmiseración?.¿Acaso cuchicheo ante tu poblada cara llena de granos o tu atiplada voz o miro, con atención, el bastón que usted usa para caminar?. Pues no miren así a mi hija, no se lo merece y yo tampoco.

lunes, 1 de agosto de 2016

"MI NIÑA HA REGRESADO" (M.A.M.)

¡¡¡Julia ya está en casa!!!.

Con ella han llegado las risas, los mimos, los besos, los abrazos, los achuchones. Tengo por delante quince días para disfrutar de ella; luego le toca a su padre, nuevamente, la segunda quincena de agosto quedarse a su cuidado pero, tras el verano, todo volverá a la normalidad.

Me ha hecho gracia mi ex marido. Se ha acercado a mí, bajando la voz y me ha dicho:

-"Es que no quiero que me escuche Celia pero...¡qué gozada es estar con Julia!...es obediente, agradecida, buena y siempre está de tan buen humor!"

A lo que yo le he respondido:

-"¿Recuerdas que vivo con ella?".

Aún sigo sin entender el por qué de su deseo de renunciar a su custodia, pero ya es un tema en el que me niego a entrar. Ha conseguido lo que quería y allá él y su conciencia.

Estos quince días sin ella, he hecho vida de soltera. He salido casi todos los días, me he reído, he estado con adultos que no son padres de niños con autismo...he vivido otra vida, que está genial pero que no es mi vida. Pero me he forzado. Necesitaba recargar pilas y haré lo mismo la segunda quincena de agosto y los primeros días de septiembre.

Y si lo he pasado bien es porque sabía que iba a regresar mi niña amorosa...y si he estado tranquila es porque, aunque su padre tiene mil defectos, quiero pensar que la cuida bien y que está en buenas manos.

Hasta el 15 de agosto, si el tiempo lo permite...y sino, también, iré con ella a la playa bien a tomar el sol, a correr por la orilla del mar o a jugar en las pozas que forma el mar cuando baja la marea. Porque yo soy otra, porque ya obvio las miradas, porque mi hija tiene derecho a disfrutar, porque es una maravillosa persona que no conoce el significado de la palabra "maldad".

Y, ojalá se una a nosotras algún día, mi otra hija Celia, porque es otro cielo de niña a la que le cuesta, a pesar de ser neurotípica, mostrar sus sentimientos, ofrecer un abrazo, dar un beso, decir "te quiero". Aún recuerdo esos maravillosos días en mi paraíso en los que juntas jugaban, riendo a carcajadas, en la piscina de la urbanización.

Os quiero con toda el alma.

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