Faltaba un mes para que naciera Julia.
No voy a negar que el camino ha sido duro, tortuoso, desesperante, inquietante...pero si me hubiesen advertido de la posibilidad de que mi hija iba a desarrollar un trastorno, el espectro autista "no oral", hubiese seguido adelante con el embarazo.
Respeto la libertad de las mujeres, respeto la libertad de conciencia.
Un día después de enterarme que estaba embarazada, tuve una amenaza de aborto. En Urgencias me hicieron una ecografía; me dijeron que el feto estaba perfectamente, que tenía 7 semanas de vida y un corazón cuyos latidos jamás podré olvidar.
Desde ese momento supe que iba a luchar porque ese pequeño saliera adelante.
Hoy tiene 13 años. Parece ser que un CI más elevado de lo normal, pero su problema le impide desarrollar su inteligencia como una persona que no tenga ese problema.
Pero es feliz…cuando me mira, es raro que no me sonría y de la parada del autocar a casa, literalmente, “me come” a besos. Y eso no se paga con nada.
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